(DyN).– Representantes del judaísmo, el catolicismo y el Islam hicieron hoy
un llamado "firme y racional" a la paz en Medio Oriente, al suscribir un
documento conjunto que también rubricó el gobierno argentino a través del
secretario de Culto, Guillermo Oliveri.
"En un mundo preocupado por la fragilidad de la paz, la Asociación Mutual
Israelita Argentina, el Centro Islámico de la República Argentina y el
arzobispado de Buenos Aires, con la convocatoria de la secretaría de Culto,
se sienten en la obligación ética de hacer un firme y racional llamado a la
paz", subrayan las comunidades religiosas en el texto.
El documento "La vocación de paz y el diálogo entre las comunidades" se
firmó durante un acto en la Cancillería argentina, donde Oliveri y el jefe
de Gabinete del ministerio de Relaciones Exteriores, Agustín Colombo Sierra,
contextualizaron la significación de este aporte al diálogo interreligioso
en la Argentina.
"Es un buen gesto hacia el seno de las comunidades locales y permite dar un
pequeño ejemplo al mundo sobre cómo es y debe ser la convivencia, a pesar de
las diferentes visiones que tienen de la guerra en Medio Oriente", dijo
Oliveri.
Tras destacar "la importancia" del gesto, el funcionario consideró que "todo
suma a la prudencia y el respeto mutuo, porque en este tipo de conflictos
suelen repercutir hacia dentro de las comunidades".
Además de Oliveri, el documento fue rubricado por el presidente de AMIA,
Luis Grynwald; el presidente del CIRA, Samir Salech; y el obispo Horacio
Benites Astoul, en representación del arzobispado de Buenos Aires.
Las comunidades religiosas convocan, en el texto, a "los hombres de buena
voluntad a recapacitar y advertir que la violencia no tiene una matriz
espiritual, dado que los valores supremos de la vida y la paz revisten una
santidad única e incomparable que es, al mismo tiempo, una de las mayores
coincidencias de todas las confesiones".
"Como ciudadanos argentinos integrantes de esta diversidad de tradiciones
religiosas y culturales debemos y podemos hacer un aporte al diálogo, basado
en el respeto por la diferencia y en la convicción de que tales diferencias,
lejos de constituirse en obstáculos para la integración, nos enriquecen",
aseguran.
Tras considerar que "hace falta valor, prudencia y una buena dosis de
generosidad para aceptar al otro, enriquecerse con su singularidad y
construir espacios comunes que nos contengan a todos", instan a las
comunidades locales a "continuar trabajando en aquello que nos une y
convocamos a ser mancomunadamente responsables en la tarea cotidiana,
acompañando el mensaje de concordia con aquellos con quienes podemos ejercer
influencia".
Los religiosos expresaron confianza en que "estas palabras sirvan para que
cada uno de nosotros, no importa la fe que profese, se proponga reflexionar
con profundidad sobre los valores universales que compartimos, como lo viene
promoviendo el Instituto del Diálogo Interreligioso".
LA NACIÓN - 26 de julio de 2006
Felicitaciones, Guillermo. Siempre supe que la militancia en Monserrat ayuda
a acumular sabiduría
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