Fútbol y petróleo

 

En un artículo titulado “Banquillo en venta” (o Por qué dimitió Pekerman) del periodista Diego Torres del diario madrileño El País (2 de julio), se afirma que:


“Los contratos televisivos, los clubes, los medios de comunicación y los agentes de jugadores que trabajan en Argentina dependen del intrincado sistema que preside Julio Grondona... Su último gran acuerdo puede tener consecuencias imprevisibles. La dimisión del seleccionador, José Pekerman, es la consecuencia directa de un negocio extraño. Tan extraño que podría obligar al futuro técnico a compartir hotel, vestuario y banquillo con un empresario ruso del petróleo.”

“Antes del mundial, Grondona firmó un contrato por el cual cedió los derechos de la selección argentina al conglomerado ruso Renova, que abarca petroleras, compañías dedicadas a la industria pesada, empresas químicas y mineras. Por el intermediario argentino Guillermo Toffoni, un empresario que actúa con autorización de la FIFA, Renova se reserva el derecho de organizar 24 partidos entre 2007 y 2010 a cambio de pagar 600 mil euros por encuentro.”

“Según fuentes de la expedición argentina en Alemania, Pekerman lleva semanas alarmado ante las exigencias del magnate ruso que preside el consejo de Renova. El técnico está convencido de que, a partir de 2007, el contrato firmado por la AFA permite a Víctor Vekselberg gozar de todos los beneficios que pidió. Por ejemplo, dormir junto a la habitación del seleccionador en las concentraciones, presenciar en vivo y en directo las charlas tácticas, entrar y salir del vestuario con carta blanca y hasta sentarse en el banquillo. Lo único que queda por determinar es si Vekselberg decidirá si juega Cruz o Messi.”

“En muchas ocasiones, los principios deportivos de Pekerman, como los de Bielsa, chocaron con los intereses económicos de Grondona. El petróleo ruso ha puesto por fin término a la relación.”


(Con agradecimiento a Bambú Press)

 

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