Bush : ¿sabes quien vino a cenar?
Setiembre 2005
Por Luna Bolívar Manaut
El ex secretario de Estado estadounidense,
Colin Powell, se ha despachado con gusto en una entrevista a la cadena de
televisión norteamericana ABC. Powell habló de Irak y de Katrina en el peor
momento para Bush.
Como una "mancha" en su carrera, describió
el ex secretario de Estado su intervención ante el Consejo de Seguridad de la
ONU en febrero de 2003. En aquella ocasión, Powell defendió ante los miembros
del Consejo la necesidad de intervenir en Irak, ante la evidencia de que Sadam
Husein estaba en posesión de armas de destrucción masiva.
Las grabaciones, fotografías y otras
pruebas con las que Powell apoyó sus acusaciones, se las había proporcionado la
CIA y contradecían los informes de los inspectores de Naciones Unidas. Caído el
régimen de Sadam, las armas nunca llegaron a aparecer, y la teoría
estadounidense resultó infundada.
Irak: dolor para siempre
"Irak posee de 100 a 500 toneladas de
agentes para armas químicas (…) Esa cantidad podría servir para construir unos
16.000 proyectiles", dijo Powell en 2003, cuando aún era secretario de Estado,
ante sus colegas de la ONU. "Este descubriendo podría ser la punta del iceberg",
añadió.
Hoy Powell dice sentirse "horriblemente
mal" cuando recuerda aquella sesión ante el Consejo de Seguridad. "Fue doloroso.
Sigue siendo doloroso. Será para siempre parte de mi expediente", confesó Powell
a la periodista de la cadena ABC,
Barbara Walters.
Aún así, Powell defiende al entonces
director de la CIA, George Tenet. Tanto él como Tenet creyeron que la
información que transmitían al mundo era correcta. "Dentro de la CIA había gente
que sabía que las fuentes en que se basaban los informes no eran muy fiables, y
aun así, no lo dijeron", se quejó Powell.
Sobre la situación actual en Irak, Powell
comentó que "seguramente no existiría el caos que existe hoy, si hubiéramos
hecho las cosas de manera diferente".
Katrina: errores a todos los niveles
Colin Powell no se contentó con recordar a
la nación los errores cometidos en la política internacional, sino que además
criticó la lenta reacción del gobierno ante la evidente llegada del huracán
Katrina. "Se han producido errores a todos los niveles, tanto local, como
estatal, como federal. Se conocían los peligros a los que estaba sometida Nueva
Orleáns. No se hizo suficiente
. Creo que no sacamos ventaja del tiempo que
teníamos a disposición, y no sé por qué", dijo Powell.
Powell, igual que su sucesora en el cargo
Condoleezza Rice, es afro americano, pero no quiso unirse a las acusaciones de
racismo que recorren en estos tiempos Estados Unidos. "No creo que el problema
sea racista, sino económico", valoró Powell, "si usted se fija en las personas
que han quedado atrapadas, resulta obvio que uno no puede ordenar una evacuación
obligatoria, y esperar que esa gente se marche por sí sola.
Esas personas no
tienen tarjetas de crédito, sólo una de cada diez familias dentro de esa clase
social tiene un coche. La cuestión no ha sido racista, pero la pobreza afecta
desproporcionadamente a los afro americanos en este país", sentenció Powell.
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