Repercusiones de la revaluación china en Oriente y Occidente

Julio 2005

 

1* La Vanguardia (España)

RAFAEL POCH - Corresponsal PEKÍN: En una decisión cien por cien china, Pekín revaluó ayer un 2% el yuan, su moneda nacional, estableciendo una nueva tasa de cambio de 8,11 por dólar y vinculando su cotización a una cesta de monedas en la que el dólar ya no es única referencia, sino que comparte esa gloria con el euro, el yen y diversas monedas asiáticas.

Hasta ahora, la paridad era de 8,28 yuanes por dólar, y no se había tocado desde 1997. El Banco Central chino ha explicado que la reevaluación reducirá los desequilibrios comerciales y permitirá estimular la demanda. El nuevo vínculo a la cesta de monedas dará más flexibilidad a la moneda china e incrementará su independencia.

Atrás quedan meses de insistentes presiones de Estados Unidos para que China revaluara su moneda, pero Pekín lo ha hecho a su manera. En primer lugar, ha cedido a esa presión. En segundo lugar, la revaluación es tan pequeña (los norteamericanos pedían un 10%), que, simplemente, no es una concesión. En tercer lugar, abandonando el dólar como única referencia en beneficio de un esquema más realista que incluye al euro y al yen, la medida no sólo no es concesión, sino más bien todo lo contrario.

Las tres consideraciones sumadas arrojan una lección de típica política china, una decisión adoptada de acuerdo con los intereses nacionales: lo de siempre en China.

Tanto europeos como japoneses y norteamericanos se quejaban de que la subvaloración del yuan gravaba sus economías y daba una gran ventaja a las exportaciones chinas, pero en USA el problema se había convertido en una especie de cortina de humo, que ignoraba que el 40% de las exportaciones chinas a USA son obra de empresas norteamericanas establecidas en China, y que incluía amenazas y presiones. En el Congreso hasta se estudiaba una ley para gravar las exportaciones chinas mientras Pekín no revaluara su moneda.

Europa siempre se ha desmarcado de ese estilo, y sus comisarios han venido predicando aquí la cesta como referencia para el yuan en todas sus visitas, sin practicar la presión. La pregunta de por qué precisamente ahora se ha decidido China a dar el paso tiene una clara respuesta. El fuerte crecimiento registrado en el segundo trimestre del año, unido a la estabilidad de precios, ha creado condiciones óptimas. China ha crecido un 9,5% entre abril y junio, dos puntos por encima de la previsión de 9,3% y un punto más que en el primer trimestre. Las reservas en divisas han aumentado hasta alcanzar los 711.000 millones de dólares, de los cuales 243.000 millones están colocados en bonos del tesoro estadounidense, lo que convierte a China en el segundo banquero, tras los japoneses, del déficit norteamericano.

Todo eso convierte en algo muy irracional el maltrato y la chulería con la que USA trata a sus socios chinos en materia económica. "Insultar al banquero de uno no es muy sabio", dice Chalmers Johnson, uno de los grandes especialistas estadounidenses en las economías asiáticas. Y el premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz explica que el éxito de las economías asiáticas no se ha producido "a pesar" de que esas economías, con la china en el centro, no siguieron los dictados del consenso de Washington, sino "precisamente" por eso.

Los chinos han demostrado todos estos meses una enorme paciencia ante los aleccionamientos de Estados Unidos en materia económica, acompañados por una fuerte presión mediática. En general se han mantenido en sus trece sin reaccionar a ese tipo de música, pero a veces han dicho cosas. En una rara declaración el vicegobernador del Banco co de China, Li Ruogu, dijo en noviembre que China "no tiene por costumbre culpar a otros de sus propios problemas", mientras que Estados Unidos, con un serio problema de déficit, "siempre que tiene un problema acusa a los otros". La revaluación del yuan, dijo Li, no es el remedio de los problemas estructurales de la economía de USA. "La revaluación del yuan no resolverá los problemas de desempleo en USA porque el coste de la mano de obra en China es sólo el 3% del de la mano de obra allá; probablemente ellos deberían dejar de fabricar textiles, zapatos e incluso, probablemente, productos agrícolas". "China - dijo- se moverá gradualmente hacia una mayor flexibilidad en su tasa de cambio, pero no lo hará bajo presión". Y así ha ocurrido.

El Gobierno norteamericano se mostró ayer complacido por la decisión, según el secretario del Tesoro de USA, John Snow, quien juzgó la reforma "importante para China y el sistema financiero internacional". El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, señaló que "los chinos han sido prudentes" y agregó que "éste es el primer paso de una serie de ajustes que vendrán a medida que ellos tengan un papel cada vez más importante en el comercio mundial".

"Esperamos que esto rebaje la presión del Congreso sobre China", dijo Julie Hugues, de la asociación de importadores norteamericanos de textiles, refiriéndose a un proyecto de ley presentado por dos senadores, Charles Schumer y Lindsey Graham, que amenazaba con imponer aranceles de hasta un 27,5% a los productos chinos si Pekín mantenía su política cambiaria. El ministro de Finanzas alemán, Hans Eichel, dijo que la decisión china responde a una petición del grupo de los Siete (US., Alemania, Francia, Gran Bretaña, Japón, Canadá e Italia) y que un tipo de cambio más alto refuerza el poder adquisitivo y conduce "tendencialmente a una mayor importación", algo que podría beneficiar a la economía alemana. "También es positivo que el Banco Central se haya manifestado dispuesto a hacer nuevos ajustes si el desarrollo económico y financiero así lo requiere", señaló Eichel.


2* El Universal (México)

SAMUEL GARCÍA : China dio ayer un primer paso al decidir modificar su régimen cambiario. Es una respuesta a la presión internacional y de USA. Lo que aún no sabemos es si ese paso será el único o, efectivamente, el primero de otros más.

El gobierno chino finalmente decidió que era momento de modificar su política cambiaria, casi 11 años después de que adoptó un régimen de tipo de cambio. En 1994 el Banco Central chino fijó el precio del dólar en 8.28 yuanes, en momentos en que China atravesaba por una agresiva transformación económica interna a partir de una mayor apertura de su economía, del uso extensivo de la abundante mano de obra que posee y de una política exportadora basada en subsidios, salarios bajos, creciente tecnificación y una moneda local barata que sirvió como arma competitiva en los mercados mundiales.

La expansión comercial y productiva que ha mostrado China en los últimos años ha sido impresionante. Su economía es ya la cuarta más grande del mundo y, aunque la distancia que la separa de Japón la segunda economía del orbe sigue siendo considerable, al ritmo de su crecimiento actual es probable que China se convierta en no más de una década en la segunda economía del mundo después de USA.

El acelerado crecimiento económico y exportador chino ha provocado fuertes desequilibrios comerciales con sus principales socios. Como se entenderá, la balanza comercial China es fuertemente superavitaria, acumulando a pasos agigantados miles de millones de dólares en reservas internacionales cada año. De paso, China se ha convertido en un fuerte inversionista en títulos de deuda gubernamentales de países europeos, pero sobre todo de USA. Es decir, el enorme superávit comercial chino ha financiado crecientemente el desequilibrio fiscal estadounidense generado durante la administración de George W. Bush.

El anuncio que ayer daba a conocer el banco central chino de revaluar su moneda frente al dólar en 2.1% para colocar la paridad en 8.11 yuanes por dólar, se encuadra en un contexto de alta presión estadounidense e internacional para que el gobierno chino flexibilice su política cambiaria y reduzca la ventaja comercial que le proporciona una moneda débil. Ya en las últimas semanas se habían lanzado advertencias desde la Casa Blanca y desde el Congreso de USA hacia el gobierno chino en el sentido de que habría represalias comerciales, de obtener respuestas negativas. Las primeras reacciones del gobierno chino fueron, efectivamente, en sentido negativo.

La pregunta es: ¿qué es lo que puso en la balanza el gobierno chino para tomar una medida como la de ayer? Sin duda que la respuesta no tiene mucho que ver con la economía, sino más bien con las relaciones políticas internacionales y con la estrategia de largo plazo del gobierno chino.

El primer ministro y el banco central chino decidieron mostrar lo que USA y Europa le han reclamado: flexibilidad para atender los reclamos de sus socios globales. Los gobernantes chinos entienden que ya no se puede caminar por el mundo con una sola bandera, con oídos sordos a los demás. Pero hay que ser cuidadoso con la conclusión. El gobierno chino está mostrando, con esta medida, que está dispuesto a escuchar y a ser flexible en la medida en que se requiere, no más. El 2.1% de revaluación de su moneda y la adopción de un régimen de fluctuación controlada de cambios basado en una canasta de divisas, finalmente no es una decisión que vaya a afectar de forma sensible a los mercados financieros ni a los grandes excedentes comerciales que genera; pero sí es suficiente medida como para enviar una señal de que el gobierno chino va en serio sobre su incorporación a la Organización Mundial de Comercio (OMC) y su disposición para trabajar con la comunidad internacional.

El presidente de la Reserva Federal estadounidense, Alan Greenspan, lo dijo así ayer ante una comisión del Senado: "Creo que han sido cautos. Es el primer paso en una serie de mayores ajustes". Efectivamente, el gobierno chino ha dado un primer paso; esa fue la noticia que ayer se regó por el mundo. Pero es sólo eso, un paso que le servirá para enviar un mensaje favorable al mundo que le permita sortear la presión internacional para consolidar la transformación económica que se ha propuesto.

El objetivo de China sigue siendo el mismo: ser la primera potencia económica mundial. Es la guerra del siglo XXI.


3* ABC (España)

PABLO M. DÍEZ. CORRESPONSAL PEKÍN: Tras meses de enfrentamiento con Estados Unidos, China llevó ayer a cabo una astuta maniobra para revaluar al mínimo su moneda nacional y, al mismo tiempo, escapar de las presiones de sus mayores socios comerciales, que venían exigiendo una apreciación del yuan para controlar las ingentes exportaciones del gigante asiático.

Por sorpresa, el Banco Popular de China anunció en su página web la modificación del sistema de cambio de su unidad de cuenta, que pasa de estar ligada al dólar a flotar entre una cesta de monedas pertenecientes a los principales países con los que mantiene transacciones económicas. De esta manera, el valor fijado frente a la moneda estadounidense, que era de 8,28 yuanes por cada dólar, se apreciaba un 2% hasta situarse en 8,11 yuanes por cada billete verde. La decisión tenía un carácter tan inmediato que la nueva cotización ya estaba vigente ayer.

Lejos de los deseos de USA

La fluctuación con respecto al dólar no podrá moverse del 0,3%, por lo que este gesto de Pekín se queda bastante lejos de las demandas de Washington, que había exigido una apreciación aproximada al 10%. No en vano, EE.UU. y China vienen manteniendo desde hace tiempo un auténtico pulso por lograr la revaluación del yuan para paliar la deficitaria balanza comercial del coloso americano, cifrada en 162.000 millones de dólares en 2004. Junto a tan negativo saldo, el aumento de las exportaciones textiles chinas, sobre todo tras la desaparición del sistema de cuotas en el comercio mundial, ha alarmado a los congresistas norteamericanos, que estudiaban imponer una tasa del 27,5% a esos productos si China no revaluaba su moneda.

Tras esta jugada, Washington se ha quedado sin argumentos para seguir presionando a Pekín. No obstante, muchos analistas coinciden en que la unidad de cuenta china sigue estando por debajo de su valor, por lo que la guerra del yuan continuará algunos meses.

Para mantener fijo el valor de su moneda, China se veía obligada a comprar grandes cantidades de dólares, por lo que sus reservas de fondos extranjeros ascendían a 711.000 millones de dólares a finales de junio y eran ya las segundas mayores del mundo, tras las de su vecino Japón. Gran parte de ese dinero había sido invertido en fondos del Tesoro norteamericanos, cuya venta se desplomó ayer de inmediato como una de las primeras consecuencia de la medida adoptada por el régimen comunista.

Tal apreciación es la primera que se produce desde que, en 1994, el yuan quedó fijado al valor del dólar, que se ha venido manteniendo estable desde la crisis financiera que sacudió a Asia entre 1997 y 1998.


4* Cinco Días (España)

NUÑO RODRIGO / BEATRIZ P. GALDÓN: Las autoridades chinas habían avisado. Cualquier cambio en el sistema cambiario llegaría cuando gobiernos, mercados e instituciones financieras relajasen la presión para revaluar o flexibilizar el yuan. Y así ha sido, por sorpresa, pero sin perder la retórica ni la ambigüedad que caracterizan a la administración de Pekín: 'Con la visión de establecer y mejorar el sistema económico socialista de mercado ... el Banco del Pueblo de China, con autorización del consejo estatal, hace el siguiente anuncio en relación a la reforma del régimen cambiario del yuan'.

Termina, así, una década de tipo de cambio fijo entre el dólar y el yuan, un cambio que rondaba los 8,3 yuanes por dólar. Según los economistas, este tipo devaluaba artificalmente la divisa, lo que ha alimentado el espectacular crecimiento de sus exportaciones y levantado ampollas en Occidente.

La decisión de ayer consta de dos partes. De entrada mueve el cambio de referencia respecto al dólar a 8,11 yuanes por euro, lo que supone ya una revaluación del 2,1%. Pero en realidad el dólar ya no es la referencia. Ahora el yuan está pegado a una cesta de monedas sobre la que las variaciones no pueden superar el 0,3%. El Banco del Pueblo de China comunicará diariamente los tipos de cambio de referencia respecto a cada una de las monedas.

El movimiento del 2,1% es muy pequeño como para equilibrar el pantagruélico superávit comercial de China con el resto del mundo, en especial con USA. Tampoco solucionará, ni mucho menos, los problemas de los sectores agobiados por la feroz competencia china, como el calzado o el textil. Pero es un movimiento esperado desde hace mucho tiempo por muchos actores económicos.

Los mercados, además, reaccionaron de forma notable. El yen japonés subió un 2% respecto al dólar en cuestión de minutos y el 2,4% a última hora, el mayor movimiento en tres años. El won coreano subió el 2,44% y el dólar taiwanés el 1,32%. Los analistas consideran que, pese a su escasa magnitud, el de ayer es el primer paso en una muy lenta revaluación de China lo que, a su vez, provocará una oleada de tipos de cambio más altos para las divisas de la cuenca del Pacífico, divisas que ahora no pueden separarse del yuan.

El yen ganó ayer un 2,4% frente al dólar, la mayor subida en los últimos tres años

Además, el hecho de que China haya aceptado las peticiones internacionales a favor de una revaluación hace pensar al mercado que se ha abierto la veda y que llegarán más movimientos. Pero China también piensa en sí misma, y no sólo por las represalias comerciales. 'Un pequeño movimiento hace poco daño a la competitividad, pero abre la puerta a una mayor suavidad en el crecimiento de las exportaciones, que actualmente es de un 30%. Esto es coherente con sus llamadas a una desaceleración económica', señalaba ayer Stephen Roach, economista jefe de Morgan Stanley.

El usar una cesta la cesta de divisas -cuya composición no se conoce- supone una flexibilización que hace más sencillos nuevos movimientos. Por ejemplo, aunque China no toque el tipo de cambio respecto a la cesta de monedas, puede jugar con su composición para revaluarse respecto a una divisa concreta. Si quiere, claro está, porque el sistema también puede mantener indefinidamente el cambio fijo de 8,11 yuanes por dólar. Este sistema es infinitamente menos traumático para bancos, inversores y exportadores que una revaluación a saltos.

Algunos expertos señalaban, además, que esta cesta de divisas supondrá una mayor diversificación en las monedas de reserva utilizadas en la zona. Ayer Malaysia también cambió la referencia de su moneda del dólar a una cesta. Este cambio beneficiaría al euro, pero la moneda europea apenas se movió en la sesión de ayer. Subió ligeramente y cotizaba por encima de los 1,22 dólares.


5* Reuters America Latina

DOUG PALMER –WASHINGTON: Estados Unidos recibió con beneplácito la decisión de China de revaluar el yuan, pero un tono reservado del Congreso y el gobierno del presidente George W. Bush dejaron claro que la medida podría no ser suficiente para aliviar las crecientes tensiones entre los países.

El abandono de la paridad del yen ante el dólar, que duró una década, levantará el valor de la moneda china en 2,1 por ciento, menos que el 10 a 15 por ciento que, según se cree, el gobierno de Bush ha buscado.

Sin embargo, el secretario del Tesoro estadounidense, John Snow, dijo que creía que otras reformas que acompañaron la medida conducirían a un mayor incremento en las semanas y los meses venideros.

El creciente poder del gigante del comercio asiático ha conducido a una amplia gama de tensiones: desde temores de Estados Unidos sobre el poder militar en aumento de Pekín hasta preocupaciones de que las compañías chinas alcanzarían el otro lado del Océano Pacífico para comprar las corporaciones estadounidenses.

A medida que las compras estadounidenses de productos chinos baratos impulsaban el déficit comercial de USA con China a niveles récord, el disgusto aumentaba en el Congreso sobre la práctica de mucho tiempo de Pekín de mantener el yuan a 8,28 por dólar.

Los fabricantes alegaron que los productos chinos a esa paridad estaban subavaluados en un 40 por ciento, haciendo difícil a Estados USA competir y contribuyendo a la pérdida de puestos de trabajo.

Aunque elogiaron la medida que ocurrió después de dos años de presión, la mayor parte de los políticos en Washington tomó una actitud de esperar y ver.

El senador Charles Schumer, un demócrata de Nueva York y crítico de la fijación del yuan, y el senador Lindsey Graham, republicano de Carolina de Sur, lanzaron a principios de este año un proyecto de ley que castigaría a China con fuertes aranceles si no revaluaba el yuan.

Los senadores postergaron una votación sobre el proyecto de ley el mes pasado, después que Snow y el presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, les aseguraran que los chinos tomarían pronto una medida sobre su moneda.

Los dos legisladores dijeron el jueves que observarían los acontecimientos en Pekín por un tiempo, antes de decidir si presionan por una votación en una fecha posterior, este año, sobre el proyecto de ley.

Paso de recién nacido

"Este es un buen primer paso, aunque un paso de bebé. Esperamos más. No esperamos sólo esto," dijo Schumer. Los economistas calificaron a China de ser astuta con el manejo del tiempo.

"Al cambiar la paridad mucho antes de la visita del presidente Hu Jintao a Washington en septiembre, Pekín podría evitar dar la impresión de ceder demasiado obviamente a la presión estadounidense, aunque todavía está haciendo lo mínimo necesario para eliminar las tensiones comerciales," dijo Julian Jessop, economista internacional jefe de Capitol Economics en Londres.

USA cambió de una persuasión suave a hablar con más dureza a principios de este año, en parte debido al enojo en el Congreso, y el Departamento del Tesoro amenazó con calificar a China como un socio manipulador, si no daba un gran paso para octubre.

No estaba claro si la revaluación decidida el jueves es suficiente para adelantarse a ese paso.

China reaccionó con enojo esta semana ante un informe del Pentágono que decía que el incremento militar de Pekín ha comenzado a cambiar el equilibrio de poder en la región y pudiera amenazar a Taiwán, la isla con gobierno propio que China reclama como suya.

Una oferta de la firma productora de petróleo china CNOOC Ltd. para comprar la compañía petrolera Unocal Corp., con sede en California, ha agudizado los temores de una serie de preciados activos estadounidenses siendo adquiridos por empresas chinas subsidiadas por el estado.

El Departamento del Tesoro subrayó que la revaluación del yuan no haría mucho por sí sola para estrechar el enorme déficit comercial de Estados Unidos, pero parecía confiado de que sería seguida por otras medidas.

"Ellos (los chinos) pusieron a funcionar un mecanismo que provee espacio para un movimiento significativo con el tiempo en la moneda y han expresado un compromiso de usar las fuerzas del mercado para permitir el movimiento de la moneda," dijo Snow.

El asunto ha sido un dolor de cabeza para el gobierno de Bush, que trata de impulsar otras iniciativas, tales como el acuerdo de libre comercio con América Central, a través de un Congreso cada vez más imbuido en una guerra comercial.

Greenspan dijo que Pekín está actuando de manera prudente para poner su política monetaria en línea con su creciente prominencia en el comercio mundial.

"Creo que han sido cautelosos y pienso que es admirable. Pero lo miro como un primer paso en una serie de mayores ajustes, ya que invariablemente incrementarán su participación en los mercados de comercio mundial," dijo a una comisión del Senado de Estados Unidos.


6* CLARIN (Buenos Aires)

BEIJING Y WASHINGTON. AP, DPA Y CLARIN: China sorprendió ayer al alterar la paridad cambiaria de su moneda, que desde hoy se despegará del dólar a una cotización inicial de 8,11 yuan por divisa. Hasta ahora era de 8,28, por lo que el nuevo valor del yuan supone una revaluación del 2,1%.

La medida cambiaria, la primera en una década y largamente reclamada por socios comerciales de China, incluye también la fijación de la paridad del yuan ya no sólo frente al dólar sino frente a una canasta de monedas, cuyos detalles no se informaron. Al final de cada día, el gobierno chino anunciará el tipo de cambio.

El Banco Central chino dijo que será una "flexibilización" y que el yuan "ya no estará ligado a una sola moneda". Frente a la canasta de referencia, se permitirá una oscilación arriba o abajo de hasta 0,3%, agregó la información.

La medida cosechó elogios, aunque cautos y a la espera de ver sus efectos concretos.

En EE.UU., el secretario del Tesoro, John Snow, dijo que "la implementación total de China de su nuevo régimen monetario será una contribución importante para una estabilidad financiera global". Pero advirtió: "Controlaremos la flotación dirigida mientras la tasa de cambio china se mueve para alinearse con las condiciones de mercado".

El jefe de la Reserva Federal (banco central) estadounidense, Alan Greenspan, también felicitó la medida como "un buen primer paso. Es el tipo de medida que se querría tomar tras una década de estructura fija, por lo tanto creo que han sido prudentes". Y alentó nuevos "ajustes futuros a medida que China aumente su participación en los mercados mundiales".

También Japón (luego de USA, el segundo mayor socio de China) y la Unión Europea, a través del presidente de su Banco Central, Jean-Claude Trihcet, se congratularon por la noticia. Y desde Washington, el Fondo Monetario Internacional invitó al gobierno chino a "utilizar plenamente todas las posibilidades de flexibilidad ofrecidas por el nuevo régimen de cambio", según dijo el portavoz Thomas Dawson, quien ofreció colaboración del FMI a China para su nueva política cambiaria.

¿Qué efectos cabe esperar en Argentina y Latinoamérica? Según la agencia de noticias Bloomberg, empresas grandes, por ejemplo del sector minero o sojeras, se beneficiarán por mayores ventas. Y en importadores, sectores como los de autopartes o textiles también podrían verse menos afectados por la competencia china. Y para la calificadora de créditos Standard & Poor's, a largo plazo habrá beneficios para el comercio latinoamericano.

Pero por ahora los efectos pueden ser escasos. "En términos de productividad en la economía china y su competitividad externa, el tipo de cambio pesa menos que, por ejemplo, los salarios, los componentes tecnológicos, los incentivos que da el Estado o los créditos baratos que responden a estrategias políticas chinas", dijo a Clarín el especialista Sergio Cesarin. "Básicamente es una señal de distensión que emite Beijing sobre todo para conformar a USA", agregó.

Según Gustavo Girado, de la consultora Asia & Argentina, "no cabe esperar demasiado en el comercio bilateral. Nuestras exportaciones son esenciales para ellos (energía, alimentos) y nuestras importaciones tienen diferencial de precios aún muy grande". Pero "es una noticia internacional de gran impacto, un quiebre significativo de China frente a reclamos externos. Quizá en algunos meses la oscilación del yuan ya opere en porcentajes mayores"

La consultora Abeceb.com indicó que "el efecto revaluatorio será acotado" aunque sea un "gesto político de importancia" y contribuya a la economía global. Para Argentina, con una población china que "mejore sus ingresos a nivel internacional, podrá haber mayores exportaciones", si continúan cambiando su canasta de alimentos hacia otra de "mayor calidad".


7* El mundo Dinero (España)

JOSÉ LUIS MARTINES CAMPUZANO, del Citigroup en España: Muchos economistas esperan que la moneda japonesa siga la estela alcista a medio y largo plazo del yuan, pudiendo subir cerca de un 30 % en 3 años. Pero otros muchos consideran que esto es más que improbable: ¿cómo van a aceptar las autoridades de estos países una subida tan brutal de su moneda? Es lógico pensarlo.


Una estrategia para "comprar tiempo"

Hoy mismo una fuente oficial del gobierno chino advierte que una fuerte subida del Yuan es poco realista. Y esto cuando la mitad del mercado considera que la decisión ayer del Gobierno chino de desligar su moneda del dólar estadounidense haciéndole responder frente a una cesta de monedas tendrá un impacto "meramente psicológico". "Han comprado tiempo con una subida del 2,1 %", esta parece ser su conclusión.

Por el contrario, otros creen que será inevitable que el dólar 'resbale' en los próximos meses. El déficit comercial seguirá creciendo, los tipos de interés al alza tendrán finalmente un impacto económico negativo, y todo ello llevará a aumentar el ahorro de las familias estadounidenses.

A medida que las autoridades chinas vayan liberalizando su mercado, especialmente el sector financiero, será imperioso pasar a un tipo de cambio totalmente libre. Esto no va a ocurrir a muy corto plazo, pero el desajuste del Yuan es de tal calibre que probablemente la presión se vuelva insoportable si no permiten que su subida se prolongue en los próximos meses.


Repercusiones en Asia

La curva de NDF contempla una subida adicional de la moneda china del 6 % en un año. Un poco agresivo. O quizá no. Lo que parece evidente es que a corto plazo las autoridades trataran de mantener la calma. Como de hecho han advertido ya las autoridades de Malasia y las japonesas.

Sin embargo, el mayor margen de maniobra que tienen las autoridades chinas en el manejo de su tipo de cambio, tras el ajuste, aumentará la presión sobre el resto de las asiáticas. Y también, por qué no, sobre el euro. Con respecto a la divisa japonesa, la referencia de 105 en el cambio dólar/yen vuelve a ser clave.

¿Posibilidad de intervenciones si se rompe a la baja? Evidentes, especialmente si el primer ministro japonés, Junichiro Koizumi, supera los obstáculos para sacar adelante la privatización del Sistema de Correos.


Trayectoria euro/dólar

En Europa los niveles euro/dólar de 1,21-1,225 parecen evidentes a muy corto plazo. Pero también es cierto que la decisión de ayer de las autoridades chinas podría llevar a una mayor volatilidad de la moneda europea hasta final de año.

No debería ser extraño verla de nuevo intentar romper a la baja el nivel de 1,20 dólares, como también ser impulsada al alza, especialmente en la parte final de año y durante la primera mitad del 2006, por encima de 1,27 dólares.

Obviamente, tanta volatilidad podría volver a condicionar el inicio de las subidas de tipos desde el Banco Central Europeo, en principio esperadas para la primera mitad del año próximo.

Pero todo esto son conjeturas. El escenario más probable con una información que sigue siendo muy limitada.


La composición de la cesta

Malasia decidió, conjuntamente con las autoridades chinas, fijan la evolución del ringgitt a una cesta de monedas, pero aclarando que sus respectivos pesos estarán de acuerdo con su importancia en la balanza comercial del país. Aunque aún no es oficial, esto significaría que el peso del dólar sería del 19,6 %, del 14,9 % el de Japón y del 11,4 % en el caso del euro.

¿Y para China? No están claros los criterios que se utilizarán para seleccionar la cesta de monedas. Algunos han barajado una cesta compuesta por las tres principales divisas mundiales (dólar estadounidense, euro y yen) cuando otros la amplían a más de 15 monedas, considerando también a las asiáticas.

Es evidente que lo segundo sería mucho más complejo que la primera opción. Pero también más incompleto, si de lo que se trata es adaptar el valor del Yuan "a la situación de los mercados, económica y financiera".

Por de pronto hoy, primer día de cotización del Yuan, ha cerrado incluso a la baja frente al tipo bilateral de 8,11 dólares (en concreto ha cerrado en niveles de 8,1111). Nuestros operadores no pueden hablar de intervención del Banco Central de China, pero los rumores en el mercado es que ha estado "muy encima de la evolución de la moneda".

No, sin dudas las autoridades norteamericanas no estarán muy conformes con esta forma de actuar. De hecho, ayer John Snow, secretario del Tesoro de USA, consideró que el nuevo mecanismo de tipo de cambio ofrecía más margen a las autoridades chinas aumenta la esperanza para una mayor subida del Yuan en el futuro.


8* The Wall Street Journal Americas

De la Redacción de The Wall Street Journal: La decisión de China de desvincular al yuan del dólar estadounidense afectará a una amplia gama de industrias, desde el aceite y el vino hasta aviones y autos. Pero, por ahora, el impacto será relativamente menor y podría ser positivo, dijeron ejecutivos de la industria y analistas.

Para muchas compañías globales, una moneda china más fuerte probablemente ayudará un poco y causará un poco de daño al mismo tiempo. Algunas empresas estadounidenses podrían pagar un poco más en dólares por los bienes chinos, pero otras podrían encontrar que sus productos son más competitivos tanto en China como en su competencia con los rivales de ese país.

Los efectos indirectos de la medida anunciada por Pekín podrían terminar siendo tan importantes como lo es la pregunta de si un determinado producto es más caro, dijeron funcionarios de la industria.

El gigante estadounidense de los autos, General Motors Corp., por ejemplo, aplaudió este paso de China aunque el yuan más fuerte podría elevar el costo de las partes fabricadas en China. Esto se debe a que un yuan en aumento podría también significar un yen japonés más fuerte, que podría desacelerar la puja del rival Toyota Motor Corp. por sobrepasar a GM como el mayor fabricante de autos de esta década.

Más aún, las señales recientes de que China tenía planes de eliminar su vinculación al dólar le ha dado a las compañías tiempo de reajustarse. "Nuestra sensación es que no es una sorpresa que esto haya sucedido, y nuestros proveedores ya se han estado preparando", dice la vocera de Wal-Mart Stores Inc. Beth Keck. Wal-Mart compró US$18.000 millones en bienes de China en 2004, o 8% del costo de los bienes vendidos.

Una pregunta clave para las empresas del mundo es si el alza de la moneda china actúa para desacelerar el rápido crecimiento de la economía del país, amortiguando potencialmente la demanda de bienes al consumidor y bienes básicos como el petróleo. Otra es cómo se situarán otras divisas, concretamente el dólar, en relación con un yuan revaluado.

Los representantes japoneses han sostenido que cualquier aumento drástico y rápido del yen contra el dólar a causa de una revaluación del yuan no estaría justificada. Al mismo tiempo que recibía bien la medida de China, el ministro de finanzas nipón Sadakazu Tanigaki dijo: "Tenemos que ver cuidadosamente sus efectos a medida que pensamos que las tasas flexibles para el yuan beneficiarán no sólo a China sino también a Japón y a la economía mundial".

Las repercusiones de la medida china en el mercado petrolero también se analizarán cuidadosamente. Los analistas de la industria calculan que a corto plazo, es probable que aumente la demanda de petróleo china gracias a un yuan fuerte y a un aumento del 6% que Pekín anunció ayer en topes al precio de los productos petrolíferos. Si China continúa revaluando su moneda y sus industrias exportadoras reducen la producción, su demanda de petróleo caería. El aumento del uso del petróleo en China ha sido un factor principal en la duplicación de los precios mundiales del petróleo durante los dos últimos años.

Pero por el momento, Adam Sieminski, un analista del Deutsche Bank en Nueva York, espera que suceda lo opuesto. "Las medidas incrementarán el suministro de petróleo chino a corto plazo", dice, ya que los refinadores chinos, que han estado regulando su producción debido a que tenían prohibido subir sus precios para reflejar el incremento reciente en los precios del petróleo, ahora tendrán un gran incentivo para incrementar su producción de productos basados en petróleo.

Para las compañías que tratan de vender sus productos a China, o exportar partes y productos fuera de China, el relativamente modesto movimiento hacia arriba del valor del yuan no parece amenazar las ventas o las estrategias a largo plazo. Mattel Inc. el fabricante de juguetes más grande el mundo, recibe cerca del 70% de sus muñecas Barbie y sus carritos Hot Wheels desde fábricas en China, incluyendo algunas que son de su propiedad.

Una vocera de Mattel dijo que la reevaluación podría significar costos más altos el próximo año cuando renegocie los contratos con algunas fabricas que producen sus juguetes. Casos similares se dan en la industria aeronáutica y de electrónicos.

Mientras tanto, la medida del gobierno chino es probable que beneficie a los fabricantes de automóviles europeos, que han estado mirando a los compradores chinos para contrarrestar la poca demanda en sus mercados locales. Un vocero de Volkswagen reconoció un "efecto positivo..." gracias a la revaluación pero dijo que era muy pronto para determinar qué tan grande seria el impulso a las finanzas de la compañía.

En Francia, Christian Delpeuch, presidente ejecutivo de la distribuidora de vino Gineste, cuyas exportaciones a China han crecido 94% en volumen y 109% en valor en el ultimo año, dijo: "Un incremento del 2% no es lo suficientemente grande como para tener un efecto enorme, pero va en la dirección correcta. Cualquier medida en ese sentido solo puede ayudarnos".
 

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