Un burgués nacional boliviano rompe la insularidad

Abril 2005

 

Mientras damos a conocer esta información nos enteramos que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires también ha recurrido al Banco Mundial para obtener un crédito destinado a la canalización de los espejos de agua. Volveremos sobre el tema .En el ínterin la información procedente de Bolivia indica un desacople de la corriente Pacifico y una complementación con el Atlántico.

Habrá que seguir el asunto mientras los impulsos secesionistas bolivianos están lejos de haberse superado.


Exactamente 126 años después de que la "guerra del Pacífico" dejó a Bolivia sin salida al océano, el país del altiplano inauguró su primera terminal de contenedores, una obra que permitirá abrir los mercados del mundo a los productos bolivianos.

En Puerto Aguirre(1), terminal fundada en septiembre de 1988 por Joaquín Aguirre Lavayén, el nuevo muelle permitirá movilizar anualmente 3.000 contenedores que en Buenos Aires y Montevideo podrán transbordar de las embarcaciones fluviales que los transportaron por la hidrovía Paraguay-Paraná a buques de ultramar que los depositarán en puertos al otro lado del planeta.

En sus 17 años de existencia, Puerto Aguirre movió más de 4,5 millones de toneladas de productos por un valor aproximado de US$2.000 millones, de los cuales el 83% han sido exportaciones.

En las importaciones se destacan, casi exclusivamente, el combustible diesel que se destina al sector agrícola y el trigo a granel para la industria molinera de la región.

Hoy, Bolivia vive más del Atlántico que del Pacífico. Es más lo que se despacha por los ríos Paraguay y Paraná que lo que se carga en camiones en dirección a los puertos chilenos de Arica e Iquique.
A fines de la década del 70 Aguirre Lavayén se ocupó de promocionar un puerto para exportar azúcar por la hidrovía a mercados de ultramar. Empezó las obras en 1984 y solicitó un crédito al Banco de Cochabamba para maquinaria e infraestructura pero el Estado le respondió que no se podía declarar proyecto de interés nacional a un emprendimiento privado.

No bajó los brazos y acudió al Banco Mundial, que en 1987 le concedió un préstamo de US$ 1,2 millones y cuatro años después, a través de la Corporación Financiera Internacional, se convirtió en su socio accionista.

Aguirre Lavayén siempre estuvo convencido de la necesidad de hacer algo por su país. En su libro Puerto Aguirre, una salida al mar para Bolivia, escribió: "Prefiero morir en una lejana y corrupta frontera de América del Sur a desperdiciar el resto de mis días aburrido y sentado cómodamente sobre mi culo gordo en un elegante sofá Luis XV de mi departamento en Key Biscaine".

Hoy Puerto Aguirre, junto a sus accionistas, el Banco Mundial y Cargill Bolivia, coloca a disposición de sus clientes una instalación con capacidad de descargar diariamente 120 vagones ferroviarios o camiones, manipulando dos millones de toneladas de carga por año.


(1) La zona Franca Puerto Aguirre está asentada sobre 206 hectáreas, sobre el canal Tamengo (Hidrovía Paraguay Paraná) y en la frontera de Bolivia con el Brasil.

 

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