La energía atómica descubre los
restos de Facundo Quiroga en Recoleta
Febrero 2005
Un grupo de investigadores organizados por el Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Juan Manuel de Rosas, iniciaron en el mes de marzo de 2004 en base a un proyecto del historiador Jorge Alfonsín, y del Secretario General del Instituto, Dr. Oscar Denovi, una investigación para encontrar donde se habían enterrado los restos del Brigadier General Juan Facundo Quiroga, el mítico "Tigre de los Llanos".
Luego de diversas alternativas, lograron resolver el misterio del inhallable ataúd y el paradero de los restos de Facundo Quiroga. Si bien se sabía que debía estar en el cementerio de la Recoleta, donde está su bóveda, allí nunca estuvo visible su ataúd, el que la leyenda indicaba como puesto de pie. La importancia y significación de Quiroga en la historia nacional tenía esta deuda pendiente desde hace mucho tiempo: conocer exactamente la ubicación de su entierro.
El arqueologo Daniel Schávelzon con un grupo de colaboradores junto con antropólogas forenses del Museo de La Plata, lo ubicaron emparedado dentro de un nicho en una de las paredes bajo tierra de la bóveda familiar, gracias al estudio de georadar que hicieran los especialistas de la Comisión Nacional de Energía Atómica, que fueron requeridos por este Instituto Nacional, dependiente de la Presidencia de la Nación y de la Secretaria de Cultura.
Gracias a estos trabajos se pudo encontrar un sarcófago de bronce, parado, ubicado detrás de un muro grueso de ladrillos revocado y pintado para que no se notara que siquiera existía. Junto a él se encontró la cruz original del primer entierro y otros objetos que han sido preservados. Para referirse a este acontecimiento que arrojó la investigación se realizará una conferencia de prensa, con la presencia de autoridades del Instituto, miembros de la familia y otras personalidades que serán invitadas.
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