Una pesadilla de Ballard en Cromagnon

Enero 2005

Por Gerardo José González

 

En medio del estruendoso griterío acusatorio, se destaca poco la faceta suicida.


Chaban pidió que no tiren bengalas, lo putearon por botón y las tiraron de inmediato.


Es una juventud marginalizada llena de rabia justa ante el mundo.


Les dieron solo la vida. Nada de educación, trabajo, integración.


La Muerte cosecha diariamente cientos de argentinos que no debían morir: viejos abandonados, enloquecidos que chocan sus autos, niños abandonados, estos jóvenes.


El conjunto musical convocaba a la Muerte en sus letras.


Es viejo como el mundo: si a la gente no se le ofrece la vida, elige la muerte.


Cuidar la vida, propia y ajena, es una elección existencial.
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El Gitanillo Ibarra perdió su caudal en un día.


La acusación a los bomberos es torpísima, insostenible dos días.


La jurisdicción de esto es total y exclusivamente municipal.


Si el Estado no controla no existe.
Ibarra fué.
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